Día 8 de Noviembre: Ayutthaya.
Llega nuestro chofer al hotel a las 9.20, se llamaba Nick, muy majete y muy puntual! la verdad es que todos son súper puntuales, y a las 11,15 ya estábamos en Ayut. Compramos un bono por 220 b. para visitar los 6 principales templos (cada templo son 50b., así que sale a cuenta). No recuerdo los nombres de los templos que íbamos viendo, pero todos eran preciosos. Nick nos explicaba un poco de algunos templos y nos tomamos con calma disfrutar de aquellas ruinas tan bonitas.
Ayyutaya tiene mucha influencia de Angkor, y ahora mirando las fotos…la verdad parece algún lugar de Camboya.
Terminamos a las 2 y pico, y para ver el BaPaIn corriendo y mal (según la guía cerraba a las 15.30, pero en realidad es a las 16), decidimos ir a comer tranquilamente. Comimos en un restaurante al lado del río por 1.000 b. los 6. Después de descansar, fuimos a echar un vistazo por fuera al BaPaIn.
A la entrada hay un lago lleno de tortugas mutantes!!que vienen a que les eches comida como peces! Curioso. Fuimos hasta el final del paseo dando una vuelta…hicimos un par de fotos hasta que vino el de seguridad a buscarnos con cara de pocos amigos porque ya habían cerrado. La verdad es que es muy bonito, los jardines super cuidados y el Palacio por fuera precioso.
A la entrada hay un lago lleno de tortugas mutantes!!que vienen a que les eches comida como peces! Curioso. Fuimos hasta el final del paseo dando una vuelta…hicimos un par de fotos hasta que vino el de seguridad a buscarnos con cara de pocos amigos porque ya habían cerrado. La verdad es que es muy bonito, los jardines super cuidados y el Palacio por fuera precioso.
Y de aquí, vuelta a BKK. Siestecilla en la furgoneta y según llegábamos a BKK cayó el diluvio universal…Por suerte, en lo que tardamos en entrar a la ciudad paró de llover. Encontramos un poco de atasco, pero nada, de 30 minutos.
Nos paramos en China Town. Eran cerca de las 19 y las calles estaban llenas de mesas con gente comiendo. Todo lleno de carteles, luces y puestos de comida. Me decepcionó un poco, pensaba que iba a ser más espectacular. Pero bueno, merece la pena por ver el ambiente. Eso sí, aquí sí que noté los olores; hasta este momento no me habían parecido tan fuertes.
Nos paramos en China Town. Eran cerca de las 19 y las calles estaban llenas de mesas con gente comiendo. Todo lleno de carteles, luces y puestos de comida. Me decepcionó un poco, pensaba que iba a ser más espectacular. Pero bueno, merece la pena por ver el ambiente. Eso sí, aquí sí que noté los olores; hasta este momento no me habían parecido tan fuertes.
Dimos una vuelta y para Khao San, ducha y cena por la zona. Pronto a la cama que al día siguiente había que madrugar mucho.
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